jueves, 16 de octubre de 2008

NATURA ARTIS MAGISTRA



“La naturaleza es bonita, pero necesito un buen trago que la acompañe”. Esta era la frase preferida del poeta holandés J.C. Bloem.
En Asunción hay naturaleza para dar y tomar.
De hecho, es un gran jardín botánico, en el que un canalla decidió construir avenidas que la cruzasen.
Es una pena, pero necesitamos el asfalto para el transporte de cerveza en esta ciudad ardiente y siempre sedienta.

A Bloem le hubiese encantado mi ciudad, porque es probablemente una de las capitales más verdes del mundo. Eso sí, con una Pilsen y un trago de caña en la terraza de Lido.

Todo lo contrario de lo que pasa con la presencia del arte en el espacio público (a no ser que las estatuas militares puedan ser incluidas en esta categoría); está lejos de la abundancia, es como buscar una aguja en un pajar.

Para los non-gymnastas: Natura Artis Magistra lo que en latín “la naturaleza es la maestra de todas las artes” está inscrito en la entrada del famoso zoo de Amsterdam, mejor conocido como Artis.
Cuando era niño, solía ir con la escuela a Artis, donde teníamos que pintar animales. Mi preferido era el manatí porque nunca se movía. La bañera de esta enorme vaca marina era demasiado pequeña y el triste mastodonte vivía rodeado de hojas de lechuga flotando a su alrededor. Hoy en día el planetario es la mayor atracción del zoo. Sus más asiduos visitantes son emporrados cibernautas con larga melena y acné que se ríen tontamente en su viaje al espacio.

Pero bueno…

En mis largos paseos con Jagua, me tropiezo con un objeto de arte no identificado. El otro día mi perro quería visitar la plaza de los desaparecidos. Por primera vez me fijé más detenidamente en la estatua abandonada que tantas veces había cruzado. Finalmente resolví el puzzle: era el busto del general Stroessner, que había sido cortado en rodajas como el salami y puesto en un bloque de hormigón. Reconocí el bigote.

En Hungría y otros países del antiguo bloque del Este, ponen estatuas de los camaradas y de los líderes ideológicos en parques de atracciones donde tienes que pagar para entrar.

¡Este es gratis!

Hay también estatuas divertidas para los niños. Justo al lado del panteón puedes encontrar un oso muy realista (aunque da un poco de miedo). También vi una estatua muy grande de un perro frente al Cuartel Central de la Policía (El Paraguayo Independiente y Chile). A lo mejor en homenaje a Lassie, Boomer, Rintintín o algún otro perro de Hollywood, o por algún héroe local. Es seguramente muy conmovedor, ¿pero arte?¿Por qué arte en la calle? ¿Quién lo necesita?, diría el político.

Bueno, la ciudad podría ser un poco más estética si se remplazasen los invasores paneles y afiches siempre referentes a una compañía de teléfonos.

Gracias a Dios que se puede encontrar arte puertas adentro. Planta Alta, en Caballero esq/ Mcal Estigarribia, es el lugar de moda de la ciudad. Los simpáticos dueños reciben a perros y sirven refrescantes aperitivos como Black Label. El arte es lindo, pero tienes que tomar algo con él...

Las exposiciones son siempre sorprendentes y a veces incluso desafiantes. Cuando actúo de acuerdo a mi edad, me acerco a la galería de Martha Manchini. Es pequeña y con encanto, aunque a veces me choquen los desnudos explícitos de sus objetos.

No hay que olvidar las inauguraciones de Manzana de la Rivera, donde siempre me encuentro a la misma gente. Un abogado me comentó hace poco que el grupo de gente que visita exposiciones, va a la ópera y a conciertos, sale a restaurantes, no supera los 10.000. Supongo que habré saludado a la mayoría de ellos desde mi llegada en octubre pasado. Vamos a llamarlo la gran familia.

Lo mejor de todo es que nadie chismorrea.

En las grandes ciudades europeas, los artistas pobres pueden beber gratis todo el año colándose en las recepciones e inauguraciones de las galerías de arte. En Asunción la cosa no se presenta tan agradable para los bohemios (y mejor que no seas alérgico al vino Santa Helena). Pero un poco es mucho, y uno no debería digerir demasiado arte.

El doctor del poeta holandés J.C. Bloem le recomendó fervientemente que dejase de beber por evidentes razones. Se abstuvo, por supuesto, y un día un amigo le preguntó si no había sido difícil. ¡Oh no!, contestó Bloem, para nada, solo bebo de vez en cuando, si tengo mucha tensión acumulada.

lunes, 8 de septiembre de 2008

VISIT SARAH AND HES

The awaited visit finally came.
Yes, there is people interested on Paraguay.

Lala, Nueva Germania and the reserve of Mbaracayu were the attractions.



Lala, opera singer, Russian Jewish, born in China after her family escaped from the revolution, and then going to Paraguay looking for a better life.
Nueva Germania, as commented previously, land of old Nazis looking for paradise.
And the reserve of Mbaracayú, the real paradise!
So we drove to show them around these lands of curiosities.
Nueva Germania hasn’t changed since we last went. We visited the museum and interesting pictures like these were exhibited.






















Our trip continued to the reserve of Mbaracayú.

I asked the driver which was the way he was taking, and it was a huge detour. I look at my map, and I see a direct road half way shorter.
-But, how come you don´t take this one? I ask.
- It doesn´t appear in my map.
Apparently, a trustful road map doesn’t exist in Paraguay!

So I tell the driver to take the road that appears in my map.
The shortcut is a beautiful road with no pavement. 5 hours of great nature inside the car.
Regarding time, no difference between 500 km on paved road, and 150 of no paved one...


We arrived to the reserve. Everything was prepared for us.



We decided we wanted to see the indigenous hunting. The only ones allowed, using traditional methods of arch and arrow.

We never thought what meant to follow the tiny, thin, and fit passepartout indians through the jungle!


5 hours of intense march avoiding getting trapped on the tree wines, or fighting to get rid of them!

They caught a very nice little monkey, with cute hands, who asked for our help while our looks would turn around to avoid his terrible help claiming eyes.
At least hunters had a great time, thinking about the nice delicacy of monkey, armadillo and lizard meat for supper, yuuummiii!
Anyway we enjoyed this hard contact with nature, and while complaining about the physical effort, we thought about the FARC and prisoners walking around the jungle. No more complains! Hes, just took the time to light a cigarette and smoke it. Bravo.














We enjoyed time with you. Visits are always very welcomed!

martes, 8 de julio de 2008

QUO VADIS?


Mi padre siempre me contaba los mismos chistes en las fiestas de cumpleaños. Uno de sus preferidos era el del elefante y el ratón caminando sobre un puente. El ratón le dice al elefante: “¡Qué divertido todo el ruido que hacemos cuando saltamos!”.

Vale, reconozco que es un chiste con barba ya crecidita, como le llamamos a las bromas viejas en Holanda, pero siempre funcionan cuando se usan como metáfora para, por ejemplo, la amistad entre el Sr. Chávez y el Sr. Morales.
A la anécdota del ratón y el elefante le seguía siempre la del enigma de los dos hermanos; en ese momento mi madre y yo ya nos habíamos esfumado del cuarto de estar.
El viajero llega a una encrucijada y no sabe qué dirección tomar. Dos hermanos viven en esta encrucijada. Uno siempre miente, y el otro siempre dice la verdad. ¿Cómo sabes cuál es el buen camino? Paraguay me recuerda mucho a esta adivinanza.

El otro día mi novia le preguntó una dirección a un hombre del mostrador de un videoclub.

Tengo que aclarar que por regla general los hombres nunca preguntamos las calles; eso es tarea de mujeres. Gracias a Dios que no tenemos vehículo y nos ahorramos las pequeñas guerras de mapas en un tranquilo día de excursión al campo.

Pero bueno, sigamos.
El hombre del videoclub llevaba anteojos por lo que parecía estar capacitado para leer. Muy pensativo, se rascó la cabeza, miró al techo y respondió: Ni i-de-a.
La (gran) calle en cuestión estaba a no más de 50 metros.

Me di por vencido en el socorro a mi ubicación asuncena; mi novia guarda aún un atisbo de esperanza.

Si le preguntas al conductor del colectivo si pasa cerca de tal o tal calle, siempre te dirá que por supuesto. Le puedes preguntar por Xanadú, Patolandia o el Dorado y nunca te defraudará.
Cada pasajero y cada guaraní cuentan. Comprendo esto, también que no quieran decepcionar a su jefe, y que son estas las principales razones de que manejen como si fuesen Stevie Wonder. Parece que tampoco hace falta tener conocimiento de las calles; su vehículo lo usan como si fuesen por los túneles del metro.
Por cierto, no me extraña que se le pregunte por Patolandia siendo Asunción la única ciudad de Sudamérica con una calle llamada Walt Disney.

Poco a poco empiezo a estar convencido de que la mayoría de los paraguayos están en desafío con la orientación. La solución es fácil; solo salgo de casa pegado a un mapa callejero. Pero aun así el éxito no está garantizado puesto que la municipalidad no es muy generosa con los paneles callejeros.

Pero siempre encuentras algo peor.

Como cuando no conocen el camino y te dirigen completamente en sentido contrario.

Supongo que será un fenómeno antropológico.

En Egipto la gente nunca sabe una dirección (o no saben de nada), pero no quieren decepcionar al visitante, así que le envían al desierto.
En algunos países, entre ellos Paraguay, a la gente no le gusta decir que no.
En Líbano le pregunté a un vendedor ambulante por un paquete de cigarros. Se quedó mirándome durante minutos, amigable, sin mediar palabra, hasta que me di cuenta de que estaba moviendo su ceja derecha para indicarme que no tenía la marca que yo quería.

Decir que no está considerado maleducado y desconsiderado.
Un día el mundo desaparecerá bajo el yugo de la cortesía.

Mi mayor preocupación en este sufrimiento de lujo es que la policía de tráfico, sonrisa en boca e impecablemente vestida, ni tiene conocimiento callejero ni controla el tráfico.
Respecto al enigma de los dos hermanos, le haces a los dos la misma pregunta: ¿Qué contestaría tu hermano? Aun así me pregunto si esto funcionaría con dos hermanos paraguayos.

CONTEMPLACIONES DE UN BUONGUSTAIO


Disfruto leyendo el Buen Libro. Dios es perfecto pero también caprichoso.

En el primer capítulo del Génesis condena a sus criaturas a ser vegetarianos: “Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda hierba que da simiente, que está sobre la faz de toda la tierra; y todo árbol en que hay fruto de árbol que da simiente, os será para comer.” Pero ya ocho capítulos después Él anula su fatwa: “Todo lo que se mueve y vive os será para mantenimiento: así como las legumbres y hierbas, os lo he dado todo.”

Y los muy creyentes paraguayos tomaron este último verso al pie de la letra, comiendo todo lo que se mueve y respira. Yo también. Engordé al menos siete kilos desde mi llegada. Me di por vencido en la guerra contra las calorías, ondeando la bandera blanca con placer; estas interminables cuentas me volvían loco.

“Toda desventaja tiene su ventaja”, como decía mi compatriota Johan Cruijff.

Ya no me siento culpable cuando roncho los brownies de Bolsi (por supuesto con helado de dulce de leche), las empanadas de Leo en Colón, las milanesas de Lido, las hamburguesas de Pancholos y los alfajores de Havanna.
Agradezco al Buen Pastor que nadie en mi fascinante nuevo país se ría de mi pancita. Mejor que no lo hagan.

Pero bueno, sigamos.

Mi casa no es más que un lugar donde colgar el sombrero. Las pocas veces que pienso en Holanda, huelo spruitjes, coles de Bruselas. En mi país natal, el repugnante olor de estas cositas verdes sirve de metáfora para describir a la chusma.
Pero nuestro plato más famoso es stamppot: verduras, preferentemente repollo; nuestro orgullo nacional, chafado con papas hasta hacerse papilla.
La sal es nuestra especia más exótica.
El lector ya sabe suficiente: soy un refugiado culinario.
En venganza me convertí en un buongustaio; un aficionado a la comida.
Mis viajes por Europa estaban dictaminados por la guía Michelin, la biblia culinaria del Primer Mundo. Ni museos ni catedrales; nada podría desviar la cruzada de mi estómago.

Pero muchas veces tuve que dejar el Buen Libro en casa. Tres cuartas partes del mundo son terra incognita para Michelin. Me gusta el buen desafío: ojos de camello en el desierto de Arabia, serpiente y cucarachas fritas en Tailandia, gusanos y mono en Zambia y haggis en Escocia (a base de pulmón, hígado y corazón de cordero mezclados con cebollas, harina de avena, hierbas y especias, todo ello embutido dentro de una bolsa hecha del estómago del animal y cocido durante varias horas).

Cuando en Roma, haz como los romanos. Desde mi exilio voluntario en Paraguay, aprendí a disfrutar de las curiosidades locales como la chipa, la sopa o la mandioca.

Una vez le pregunté a un ruso por qué tenían la costumbre de terminarse el vaso de vodka de un trago. “Muy simple, respondió, no sabe bien”.
Nadie me escuchará decir que la mandioca es insípida.
Una expresión holandesa dice que el hambre convierte los frijoles crudos en dulce. Según los especialistas de la historia social del Paraguay, la gastronomía popular es abundante en contenido calórico debido a la escasez después de la Guerra de la Triple Alianza.

La guerra se acabó, cantaba John Lennon.
La otra noche, me desperté completamente desorientado. Soñé que caminaba por París con la guía roja en mis manos. “Es solo una pesadilla”, me dijo mi novia. Ya, seguro, pensé yo, y caminé a la nevera para morder una chipa fría y rancia.
Aun así, vivir en el exilio no siempre es fácil.

domingo, 8 de junio de 2008

DÓNDE ESTÁ, OH MUERTE!, TU AGUIJÓN?

POSTCARDS FROM PARAGUAY



¿Dónde está, ¡oh muerte!, tu aguijón?


En cuanto los dulces paraguayos se ponen ruedas debajo de sus colas, se transforman en asesinos despiadados. Ya sea el hortera en su todoterreno, el chófer en su colectivo o el motorista en su dos ruedas, aparece una bala humana.
Los peatones se cazan fuera de la ley. Los pasos de cebra están, en los mejores casos, para alegrar la escena callejera. Cada día nos lanzamos Jagua (mi perro) y yo en piruetas atrevidas a cruzar las calles Oliva, Estrella, Palma y, especialmente, el Paraguayo Independiente (de dos sentidos!). Olvídate del parque de atracciones. ¡Zambúllete sin costo en el tráfico de la capital! Muy a menudo veo turistas cerca del Palacio, la mayoría viejitos alemanes, temblando como un flan y con hiperventilación como si hubiesen cruzado el río Styx. Atravesar las calles de Asunción es participar en un juego de la ruleta rusa. El viernes a la noche suelto un gemido de alivio por el fin de semana en un microcentro libre de kamikazes.

Los kamikazes no solo tienen como blanco los peatones desamparados. Este fenómeno japonés implica también la muerte del piloto. El 2007 fue un año récord con 1.258 muertes en el que parecía que Paraguay (o Argentina) iba a entrar en el libro de los Guinness por el mayor número de víctimas de tráfico. En los informes ministeriales, las razones se enumeran de una muy limpia y clínica manera: sin cuidado, ignorancia, falta a las normas, malas carreteras y coches, sin permiso de conducir, sin cinturón de seguridad. Solo podría pasar en Paraguay que la mujer del Presidente con su auto blindado y circulando con escolta sufra un accidente.

Pero bueno, sigamos.

Los colectivos pasan los semáforos en rojo a 100 km por hora, mientras el conductor bebe tereré, habla con su mujer por el celular, reparte el boleto y cuenta el cambio.

Una vez estaba sentado con mi novia en el 21, camino al Club Deportivo Sajonia. Pensaba que Ayrton Senna se había muerto en un accidente, pero parece que ahora se reencarnó en un conductor de colectivo en Asunción. Las puertas del cielo (o del infierno) estaban bien abiertas. Era cuestión de segundos. Las abuelas se santiguaban; todo el mundo estaba pálido. Misteriosamente nadie se quejaba, como si estuviesen llevándolos al matadero. Excepto mi novia española: “¡Señor, queremos vivir!”, gritó. Justo antes de casi chocar con el McDonald Drive In en Colón. La miró como si estuviese viendo agua quemada. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?

La verdadera razón de esta abominable actitud conductora es el desprecio a la vida. El Señor de la Muerte es un invitado familiar y un compañero ineluctable. Cada día se ríen en nuestra cara, en la televisión, en los diarios. La prensa amarilla nos ofrece cursos gratis de anatomía, con cuerpos mutilados, eso sí, guardando caras preferentemente reconocibles para los parientes. Seguí una vez al reportero de crimen de ABC. Una joven madre había sido asesinada en el bosque frente al aeropuerto. Se fue a sacar dinero pasando un atajo de algunos minutos. Unos vecinos que estaban fumando porros y bebiendo vino la vieron pasar, y así sin más, la violaron y la estrangularon. No se molestaron ni en esconder el cuerpo como es debido. Unas horas más tarde, la víctima estaba ya amortajada, y su familia llorando alrededor del ataúd. Las cámaras por todos lados, no había privacidad para la muerta ni para los plañideros. Esto no sucede en el lugar de donde vengo yo.

Muchas veces yo les preguntaba a amigos y conocidos el origen de este desprecio por la muerte, o este tonteo con la muerte. Nadie sabe. Mientras tanto el Sr. Muerte acecha cada esquina, 365 días al año. Es siempre el Día de Todos los Santos acá. Los cementerios son pueblos coloridos con sus pequeñas casas y calles, en el que solo faltan chiperías. Viva La Muerte.

En mi diario de la mañana leo en la página frontal: “La población paraguaya es la más hipertensa de Sudamérica. En el número de casos fatales que se registran por día en Paraguay a consecuencia de enfermedades cardiacas o cerebrovasculares. Esto significa aproximadamente unas 5.200 muertes al año. Representa la primera causa de mortalidad”. Así que finalmente el tráfico no es tan malo. Aparte de eso, también puedes morir de exóticas enfermedades de las que nunca hemos oído hablar en Europa. ¿Existen personas que simplemente se mueren en la cama por causas naturales? Tranquilo, pongo el diario de lado, tomo un sorbo de mi espresso y enciendo otro cigarro. Para vivir y morir en Paraguay.



(*) Arthur van Amerongen es periodista y escritor holandés. Fue elegido mejor periodista del año 2006 en su país. (**) Richard Lavieille, fotógrafo francés y ciudadano del mundo. Ambos residen actualmente en Asunción.

CHANCHOS SIN FRONTERAS


POSTCARDS FROM PARAGUAY


Chanchos sin fronteras


Para muchos europeos, Paraguay solo existe en canciones y películas de la clase B. La secuencia de apertura de los Niños de Brasil fue filmada en un ridículo escenario que pretendía ser Asunción en ocasión de una reunión de las SS. Hubiera sido más creíble para Indiana Jones en Busca del Arca Perdida.
Volendam, un pueblo de pescadores en Holanda, mi país natal, es mundialmente famoso, no solo por su anguila ahumada, pero sobre todo por el grupo “George Baker Selection”. En los setenta, esta banda tuvo grandes éxitos como “Fly away little Paraguayo” y “Una paloma blanca”, con los cuales yo aprendí mis primeras palabras en español. Cincuenta anos atrás, Luis Alberto del Paraná y los Paraguayos se hicieron también famosos en mi país. Sus grabaciones eran producidas por Phonogram, una hija de la compañía holandesa Philips. Luis puso a Paraguay en el mapa, pero nadie sabía dónde estaba ubicado. Aunque poco después de la Segunda Guerra Mundial algunos malandros europeos lo encontraron. Mark Knopfler, ex-Dire Straits, compuso Postcards from Paraguay, una soporífera balada acerca de un criminal inglés que se refugia en Paraguay después de cometer un asesinato al robar un banco: So many reasons why I won’t be sending postcards from Paraguay.Pero bueno. Parece que Paraguay no es un país imaginario. Existe realmente porque yo estoy viviendo acá. Siete meses atrás estaba sentado en la vereda del Lido viendo por primera vez el izamiento de la bandera. Me imaginé en un cartoon de Tintin o en una opereta de Franz Lehar. La misma sensación tuve cuando vi el palacio presidencial por primera vez. Parece haberse escapado de una postal.
La fachada da al río, pero los invitados oficiales se cuelan por la parte trasera en la calle del Paraguayo Independiente. El césped presidencial tiene la pisada prohibida, porque hay posibilidades de que el helicóptero presidencial aterrice. En 7 meses no he tenido la suerte de verlo. A mi perro Jagua –admito que su nombre es muy original, y también el de Gata, mi gata– le encanta juguetear en el jardín prohibido. Cada mañana, antes del amanecer, Jagua y yo caminamos hacia el palacio que empieza a emerger de la niebla. Jagua se emociona cuando llamo el ascensor desde el noveno piso de mi edificio en la calle Oliva. Siempre hace pipí y popó en la vereda del templo masón ubicado frente a mi departamento (no es nada personal). Después nos dirigimos a la panadería de Michael Bock. No soy alemán pero a veces siento nostalgia y saudade cuando miro, babeando, los Mandelbrezel, Apfelkuchen y Schwarzwälder.

Pero bueno.

Los guardias del palacio no se cansan de prevenirme del peligro de la Chacarita, pintoresco vecindario. Es sorprendente.

Casi todas las noches me termino una botella de Brahma, o dos, en Los 4 hermanos, despensa que sobrevive con la venta de cerveza y caña. Me siento como en casa viendo a los vecinos que juegan al vólley en los descansos de sus rondas de cerveza.

Jagua ha hecho muchos amigos en la Chacarita. Le encanta hacer el tonto con los chanchos que husmean el pasto presidencial. Me pregunto si sabe que en realidad sus amigos rosados no son perros. Parece no importarle. Le podría haber llamado Kure. Jagua es luqueño y tiene algo con los chanchos. Le gusta morder sus colas y patas, especialmente los de la Fiambrería Alemana nº. 2 en la calle Montevideo. Nunca en mi vida he visto chanchos husmeando el jardín del Jefe de Gobierno. No en Tailandia, tampoco en Tajikistan, ni siquiera en Zimbabwe. Solo en Paraguay. No sé si la ciudad está en el bosque, o el bosque en la ciudad, escribió el poeta Eloy Fariña Núñez. Tampoco lo saben los chanchos. Chanchos sin fronteras.

Por Arthur van Amerongen

(*)(*) Arthur van Amerongen es periodista y escritor holandés. Fue elegido mejor periodista del año 2006 en su país. (**) Richard Lavieille, fotógrafo francés y ciudadano del mundo. Ambos residen actualmente en Asunción.

viernes, 7 de marzo de 2008

Trip to Europe

Arturo organized the promotion of the book by his side as response to the apathy of the publisher.
Several interviews were published in different newspapers all along last months.
One week before the launching of the book, on thursday the 14th of February, any interview was organized.
Until, an ex-colleague working for a famous talk-shaw appeared on scene.
She pushed the publisher to bring "ur fucking famous husband" (as he would call himself later on jaja) to the program. Travel expenses included!
I was booking the flight on a wednesday to travel on saturday. No flights to Sao Paulo due to carnaval, so 20h bus.

Arriving on sunday. 2 days of rest in the nice dutch countryside.



Wednesday, train to Amsterdam to start with the maraton of interviews. It was going to be 15, it ended up in 27!! yeaaaahh

Arturo with his 2 little babies!

Típico Amsterdam

We proposed the foundation Arturo would wear the t-shirt on TV so he would do promotion of it.
Picture of TV jaja

I looked stupid.
Non dutch speaking girlfriend taking pictures to the TV!

The TV program was going to be on thursday, but finally they decided Arturo was not the appropiate guest for San Valentine´s day!! It was postponed to monday.

Friday we went to Brussels. We stayed at Elena´s. It was awesome! 2 days of nice partying and first time ever, several days of non covered sun!



On monday we didn´t have news of the program. Asswholes!
They were censoring a talk about islam.
-Paula, I did already plenty of interviews, don´t worry!

I took the plane on tuesday to Madrid to see family and friends!

Birthday of my sister

In a bar with friends
Me encantó veros chicas!!
And my adored niece Alec!!

On tuesday night i receive a call from Arturo they created a scandal on the media accusing the program of censorship.

The result, Arturo is now my `fucking famous husband´! 4 times on TV.

Congratulations a mi hombre!

Click here

http://www.rtl.nl/actueel/rtlboulevard/search/index.xml?q=amerongen&t=article&t=video&zoek.x=9&zoek.y=13

viernes, 8 de febrero de 2008

MBARACAYU NATURAL RESERVE


Nice chanchito!

With possibilities to work in this natural reserve! http://www.mbertoni.com.py/

miércoles, 6 de febrero de 2008

Miscellaneous


Our party, discussion, laugh, joy, conversation, intelectual motivitation, jagua's friends, our everything friends!

Week en in Piribebuy




View from home





Fatima, pretty!

Just compare dishes...


Fatima's house. Nice swimming pool for the hot summer!
Possible to have a Tucán at home!


and a donkey!!



Remedies for tereré. I will tell you about it some of these days.

Nueva Germania





Nueva Germania (New Germania) is a village in the San Pedro Department of Paraguay. The Nueva Germania settlement was founded in 1888 as a "racially pure" utopian settlement of the Aryan race by Elisabeth Förster-Nietzsche and her husband, the anti-Semitic agitator Bernhard Förster. Elisabeth Förster-Nietzsche, sister of philosopher Friedrich Nietzsche, is believed to have first conceived the scheme after reading Richard Wagner's 1880 essay 'Religion and Art,' in which the composer "ranted against Germany's 1871 emancipation of the Jews."[1]
Originally five, then fourteen families emigrated from Saxony to rural Paraguay - envisioned as a fertile paradise in which would blossom a model rural society that demonstrated the qualities of German culture. The area's remoteness was thought to allow protection for their unique German culture and allow it to flourish.
Nonetheless, the settlers were unprepared for the hardships of working the land, which was not suitable for German methods of farming. Illness ran rampant, and transportation to the colony was slow and difficult. With the project increasingly mired in debt, Bernhard Förster fatally poisoned himself in a Paraguayan hotel, and Elisabeth returned home.
After the Second World War, Nueva Germania became a haven for Nazis fleeing criminal prosecution. Josef Mengele was among those who relocated to the colony.


Also place for a swiss guy born in Brasil! Hi Gilberto!

CHRISTMAS 2007

Bueno, pues las navidades y fin de agno los pasé en Asunción.
El 25 cena con nuestra familia paraguaya, un argentino y una paraguaya q nos han acogido desde el principio, y q tienen 2 amigas estupendas xa Jagua!

El 31, surrealista. Los restaurantes q nos habían recomendado nuestros amigos estaban cerrados, y le hicimos caso a la guía. A buenas horas!
El q elegí lo recomendaban, tipo, "excelente, moderno con decoración cuidada. Muy recomendado " Estábamos con el amigo israelí de Arturo, y se fiaron de mi elección.
Llegamos a las 21h30, restaurante completamente vacío, decoración ochentera total, y no permitido fumar -Eyal, el israelí amigo de Arturo, es fumador compulsivo...
Bueno, bueno, q no cunda el pánico! Ya solo entre nosotros lo psamos genial, q más da q esté vacío, seguro q comemos genial!! (típico comentario absurdo q todo el mundo sabe q dices xa calmar los ánimos :-/
Primera persona q entra en el restaurante, tachán, tachán, nuestro portero, viejo de 60 agnos, q es..... el pincha discos!!!!
Jo-der general.
Se pone a pinchar, y nos empezamos a descojonar, música tipo, It´s the final countdown, y todo super cagnero. (No sabéis como ha cambiado la imagen que tenía yo del Sr. Nugnez)
Bueno no vamos mal. Todo hasta q empieza a llegar el público. Viecos pellecos de pasito lento, bastón, q no llegan casi a sentarse en la silla.
Conseguimos habilitar un área de fumadores en la entrada, y pudimos participar en el cortejo casi fúnebre...
Bueno, empezamos a beber, y a encontrar el puntillo, hasta que apareció la familia Daporta.
Un ortodoncista con su 3a mujer, y su hijo. Nos juntaron en su mesa, y lo pasamos genial.
Tomamos las uvas, y fiesta en casa de amigos hasta las 9h30! Así q no me quejo.
I was not joking!!